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lunes, 1 de abril de 2013

Carlos Gimenez en el Perú. A veinte años de su muerte


 
El cementerio de automoviles (Lima, 1971)
En 1967 Carlos Gimenez inicia su destierro de Argentina, recorriendo por tierra Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia,  antes de llegar a su periplo final, la ciudad de Caracas en Venezuela.

En 1971 el Perú estaba en pleno gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, y se habia creado el Instituto Nacional de Cultura. El Teatro Nacional Popular, ponia en escena Muerte de un Viajante de Arthur Miller, bajo la dirección de Alonso Alegría, en el remozado Teatro Felipe Pardo y Aliaga, ubicado en el Ministerio de Educación.  

Es en ese mismo teatro que Carlos Gimenez pone en escena El cementenrio de automoviles, de Fernando Arrabal.  El estreno de la obra se programó para el 30 abril pero tuvo que ser pospuesto hasta el 8 de mayo, por un accidente sufrido por Gloria Zegarra, actriz integrante. La obra fue puesta en escena menos dos semanas, hasta que fue retirada drásticamente el 22 de mayo, por las autoridades militares..

Algunas características de las puestas en escena de la época por Carlos Gimenez

En casi todos los montajes de Carlos, existe una relación física entre público y obra, su intención era que los espectadores captaran más rápido las diferentes expresiones de los actores; pero la preocupación de Carlos de incluir al público en el espectáculo no se limitaba a una relación espacial física; se valía de la luz, las texturas, el poder del color, y las imágenes visuales de choque con la objetivo de provocar y estimular una reacción inmediata al auditorio presente. (http://minimosymaximos.blogspot.com/2012/04/carlos-gimenez-el-ser-teatro-y-el-hacer.html)


Todas las obras de Carlos estuvieron principalmente dirigidas a los sentidos usando la sobrevaloración de la imagen visual como su lenguaje principal; es esencialmente la forma como se hace uso de la imagen, donde radica la espectacularidad de sus montajes. (http://minimosymaximos.blogspot.com/2012/04/carlos-gimenez-el-ser-teatro-y-el-hacer.html)

Cuenta Edgar Guillen ...

 A Carlos Giménez no le gusto el vestuario y lo rompió todo y tampoco le gusto la realización del decorado que era de Rafael Reyeros, estupendo escenógrafo que casi siempre viajo con Carlos por el mundo. De la noche a la mañana se cambio el vestuario y la escenografía... quedando claro está los automóviles que se compraron para el maravilloso diseño de Reyeros.  Finalmente se estrenó, pero como era en el Pardo y Aliaga, y en esa época el ministro de educación era un militar,  no le gustó,  y nos pidieron que lleváramos la obra a otro teatro o en su defecto, porque no hacíamos obras de Jardiel Poncela. Como comprenderás trasladar esa enorme puesta a otro teatro costaba un dineral así es que se canceló todo. A mucha gente le chocó la puesta. Era muy agresiva, pero estupenda. A quien menos le gusto fue a Solari ...(Manuel Solari Swayne). ... Gloria Zegarra hacia Dila. En un ensayo se fracturó el brazo, pero aun así se estreno con ella. Durante las funciones se fracturo una pierna... entonces Haldeé Cáceres la reemplazo. Creo que con un ensayo y estuvo maravillosa, Yo hacia  Emanu. 

En particular, acerca del súbito retiro de la obra, Manuel Solari Swayne, quizas el critico teatral mas conocido del momento comentó Desafortunado Cementerio de automóviles. . ....Comentario impertinente y afectado del discurso del director  argentino que intento justificarse culpando circunstancias externas. (El Comercio, Los Cuatro Vientos, 16 de mayo de 1971). En el balance teatral de 1971 el mismo critico manifestó que 1971 fue un Año grisáceo para escena teatral limeña . (El Comercio, 1 de enero de 1972). 

Al llegar a Caracas Carlos Giménez fue invitado a dar un curso de formación teatral de dos meses y en ese ínterin Horacio Peterson lo convidó a dirigir El cementerio de automóviles, pero el optó, en un acto de “buena rebeldía” por La Orgía de Enrique Buenaventura. (http://minimosymaximos.blogspot.com/2012/04/carlos-gimenez-el-ser-teatro-y-el-hacer.html)