Entradas populares

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Sebastian Salazar Bondy y Amor Gran Laberinto

Santiago Ontañón. Amor Gran Laberinto (1947). Baronesa de Vientreameno. Figurín. Biblioteca España de las Artes, Centro Cultural UNMSM.

  La primera gran intervención del estado peruano a nivel de políticas culturales se dio en 1945, con la Ley 10307 emitida en el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero y el Frente Democrático Nacional. La Ley, iniciativa del Ministerio de Educación y entusiasmadamente secundada por la Cámara de Diputados tenía como campo de acción el teatro, y se apoyaba  en una institucionalidad de carácter integral y complementaria: consultivo (Consejo Nacional de Teatro), promoción y difusión (Compañía Nacional de Comedias, CNC) y formación y educación (Escuela Nacional de Arte Escénico, ENAE).


Este primer experimento peruano de política fracasó. Las razones las podemos buscar en un  complejo artificio de circunstancias, tanto coyunturales como coyunturales: censura y clima intelectual ambiguo, precaria institucionalidad, Toma de desiones y medidas erroneos, procesos todos iniciados sobre la base de panorama de financiamiento muy precario y difuso.

Estos factores marcaron desde el comienzo muchas dificultades para la consolidación de los organismos teatrales creados y la implementación de una política teatral (léase política cultural estatal) sustentada, situación que habría de deteriorarse progresivamente hasta la disolución definitiva de la sobreviviente ENAE en 1958.


Fue en este aparentemente positivo marco político y cultural estatal que Sebastián Salazar Bondy ganó el Premio de Teatro 1947, por Amor Gran Laberinto, su primera obra de teatro. Y digo así, porque la presencia de esta obra en la Temporada CNC 1947 nació con censura estatal. Felizmente, la cosa no paso a mayores, pues tras una breve polémica en la prensa posterior a la interrupción de los ensayos, y que incluyó un autocrítica del autor, Amor Gran Laberinto fue puesta en escena en julio de 1947.




Los documentos que testimonian esta polémica, que incluyen una carta a la prensa del entonces muy joven Juan Larco Guichard preguntándose sobre cual es el papel de un crítico cultural, forman parte de la Sección Teatro de la Exposición Sebastián Salazar Bondy: El Señor Gallinazo vuelve a Lima, sita en La Casa de la Literatura Peruana, desde noviembre 2014 hasta abril 2015.